Concluye en Zapopan instrucción para bomberos en Brigadas de Intervención Rápida

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La capacitación estuvo enfocada en rescates de elementos que sufren incidentes cuando están en servicio

 

En total 26 oficiales de Zapopan, Tlajomulco, Tonalá, Tlaquepaque y Puerto Vallarta terminaron el curso BIR

 

 

Rescatar a ciudadanos en siniestros es una tarea a la que los bomberos están habituados, pero salvar del peligro a otros compañeros que sufren algún incidente durante los rescates requiere mayor preparación, y por eso, la Coordinación Municipal de Protección Civil y Bomberos de Zapopan impartió un curso especial al respecto, que concluyó ayer.

 

“¿Qué sucede cuando alguno de nosotros comienza a tener problemas en un servicio de emergencia? Tenemos que estar preparados para esa parte. Siempre y tradicionalmente la formación de un bombero está dirigida hacia el tema del entrenamiento para el combate de incendios, para rescates, para la atención prehospitalaria”, dijo el Comandante Sergio Ramírez López, durante la ceremonia de clausura del curso Brigadas de Intervención Rápida (BIR).

 

“No sé si alguna vez en su trayectoria han tenido la oportunidad de ayudarle a alguien que ustedes conocen, a un familiar o a un compañero. No resulta igual, no es lo mismo que salir a la calle y atender a un desconocido”, relató Ramírez López en la ceremonia de cierre de la instrucción, que se impartió a 26 oficiales con un valor curricular de 35 horas.

 

Del total de bomberos participantes 16 son de Zapopan, dos de Tlajomulco de Zúñiga, dos más de Tonalá, tres de Tlaquepaque y tres de Puerto Vallarta, quienes —entre sus características principales— cumplen con ser experimentados en técnicas contra el fuego, manejan adecuadamente diversas técnicas de rescate, tienen amplio control emocional y, sobre todo, buena condición físico-atlética.

 

Durante la formación se incluyeron, además de algunas lecciones en el aula, prácticas en escenarios confinados con diversos objetos que impedían el paso en línea recta y caminando, por lo que se tenían que realizar a oscuras, arrastrándose y descubriendo el camino.

 

La zona tenía obstáculos que había que librar por la parte superior o a nivel de piso, y algunos otros en los que los oficiales tenían que quitarse parte de su equipo de protección personal, que tiene un peso cercano a 25 kilogramos, para poder avanzar y finalmente rescatar a un compañero que simulaba estar lesionado.

 

El oficial Tomás Nahúm Prudencio Aguirre, a nombre de los instructores que dirigieron las actividades —todos ellos pertenecientes al municipio de Zapopan— agradeció al hecho de que todos los participantes dieron su máximo esfuerzo físico, y exhortó a los bomberos que terminaron el curso a que difundan esta formación entre sus compañeros, para disminuir riesgos en las jornadas de trabajo y poder salvar la vida de sus compañeros en caso de que sea necesario.